CRÓNICA CAPITULAR. Jornada II

Con un cielo teñido de nubes negras y una temperatura en claro descenso iniciamos la II jornada del capítulo. Este atípico día de julio nos hacía presagiar una carga de trabajo más fuerte que la jornada previa. Al sonido de la campana todos los capitulares e invitados se congregaron en asamblea para comenzar el discernimiento de las preguntas preparatorias del capítulo general.
Una vez distribuidos rápidamente por los moderadores en los distintos grupos de trabajo se efectuó con la mayor solvencia posible la redacción de las respuestas al capítulo general. El trabajo fue sobretodo más sobrecargado para los que ejercen las funciones de secretarios en estos grupos, que se vieron obligados a trabajar más intensamente en el escaso margen de media hora que permite el descanso establecido entre 11:00 y 11:30 de la mañana.

La puesta en común se realizó con fluidez en esta primera horad de la mañana y fueron escasos los márgenes de dudas y las correcciones que se añadieron a las respuestas establecidas por las comunidades. De esta forma a las 12:20 de la mañana se dio por finalizada las correcciones a las preguntas preparatorias del capítulo general.

A partir de este momento, se dio por iniciado, el tema de trabajo que ocuparía el resto del día a la asamblea capitular. El tema en cuestión no fue otro que la reflexión efectuada en nuestras comunidades sobre la residencia – enfermería provincial. La mesa capitular previendo la intensidad del diálogo propusieron una metodología de trabajo fundamentada en intervenciones breves que no fuesen superiores a dos minutos, trabajo en grupos con una respuesta por escrito a las preguntas que en diálogo previo se considerasen fundamentales para alcanzar una resolución. Por último, aprobar por dos tercios de la mayoría de los capitulares con derecho a voto las resoluciones que se considerasen oportunas.

Esto dio como resultado responder a seis preguntas fundamentales que se efectuaron en el trabajo de los grupos reducidos y que propiamente trataban de responder a una cuestión fundamental, enfermería provincial propia ¿Sí o no? En los grupos se trabajo con constancia y transparencia convirtiendo la asamblea en un foro de debate respetuoso y efectivo. Durante toda la tarde se debatió con intensidad para alcanzar una respuesta definitiva que finalmente se estableció en voto secreto por parte de los padres capitulares.

El resultado final fue no a la enfermería propia para nuestra provincia. Ahora quedaba establecer las pautas o itinerario que se debe efectuar ante la posible necesidad de asistencia de nuestros hermanos mayores. El debate continuo hasta bien entrada la tarde. La mesa capitular propuso un itinerario que fue aceptado por el capítulo para el tiempo venidero establecido en el siguiente orden prioritario para la asistencia a los hermanos enfermos de la provincia. En primer lugar, la comunidad asume al enfermo con la ayuda que sea necesaria por parte de la provincia. En segundo lugar, si es necesario se buscará una casa cercana a la comunidad afectada para la atención necesaria que el enfermo solicite o requiera que este regida por religioso o congregaciones familiarizadas por el mundo hospitalario. Por último y en un tercer momento, mirar una residencia intercongregacional o un centro especializado para las atenciones específicas que se necesiten. También se aprobó la creación de un comité para desarrollar un plan de actuación provincial. Varios padres capitulares se ofrecieron voluntarios para ejercer este servicio.

Son las ocho de la tarde, una hora antes de lo estipulado el capítulo da por cerrada la sesión y con ello la jornada. La comunidad de Alba de Tormes nos espera para compartir junto a todos los SCJ presentes la cena y con ello la alegría de la inauguración reciente del museo didáctico de prehistoria que homenajea a la inolvidable e irrepetible figura de nuestro entrañable P. Belda.