P. Jesús Valdezate Soto, scj

Superior Provincial de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en España

“Mi Congregación es la de los hombres que hacen realidad que exista un corazón, la de los hombres de la acogida”

Jesús Valdezate, vallisoletano, 47 años.
Ha sido elegido por sus hermanos de Congregación para que sea el nuevo Superior de la provincia española durante los próximos tres años.
Su recorrido en la vida religiosa comenzó en la casa de Formación de Salamanca, en la que hizo el Noviciado y la primera etapa del Escolasticado, después fue destinado a Venta de Baños para realizar el tirocinio, que resultó ser una experiencia de aprendizaje más prolongada de lo habitual porque lo que en principio iban a ser dos años se convirtieron en seis. Estudió Magisterio en Palencia y ejerció como docente en el Colegio de Venta de Baños. Fue destinado a Roma para concluir los estudios de Teología en la Universidad Gregoriana. Su siguiente destino fue Madrid, el Colegio Fray Luis de León, donde pudo combinar la actividad docente en Primaria y Bachillerato con la realización de los estudios de Pedagogía. De aquí, como él dice, de un día para otro lo nombraron Superior de la Comunidad de Venta de Baños y director de un centro Educativo, el Colegio Sagrado Corazón, hace ahora casi 14 años.


¿Cómo se recibe el encargo de ser el nuevo Superior Provincial?
Se recibe con asombro, con sorpresa. En ese momento estás sentado en un montón de incertidumbres, de miedos, de no saber si vas a saber hacerlo como esperan de ti. Se entiende que si me llaman es que hay un grupo que ha respaldado ese nombre, no es una candidatura, porque en nuestra vida religiosa, en nuestra Congregación, hay confianza de los hermanos de Congregación que piensan en ti. No deja de ser asombroso, algo de sorpresa, aunque antes de que salga eso a la luz los hermanos tienden a decirte eso de que “eres posible candidato”.
¿Ha cambiado algo desde esa llamada a mediados del mes de mayo?
Poco, pero por falta de tiempo, en lo que es la situación normal de la vida. La gente me ve en mi sitio de siempre, en las tareas y responsabilidades de siempre, pero yo por dentro sí he cambiado, sí: sueño distinto, igual duermo menos… Todavía no me he hecho a la idea, no me he cambiado al lugar donde tengo que ejercer esa función, estoy todavía en mi despacho de director de colegio -y colegio de pueblo- por lo que es difícil que me haga a la idea de algo que me parece importante para mi vida y, sobre todo, para la de mis hermanos, en el sentido de no fallarles, a todos; entiendo que seré el provincial de todos, o yo quisiera ser el provincial de todos. Todavía no sé con qué metodología debo alcanzarlo, sí tengo claro que quiero usar la metodología de escuchar, de visitar, de estar, y de ahí lo que surja. Mil fallas tengo, pues mil fallas saldrán, desde el diálogo espero llegar a todos.
En algún medio se ha escrito que “se ha visto recompensado con el nombramiento”…
Desde un punto de vista ajeno a nosotros un nombramiento puede ser considerado un “ascenso”, o una carrera de méritos; en la vida religiosa se trata de un servicio, una palabra muy usada, pero llena de contenido. En la vida religiosa tenemos un copyright, una marca que es la marca de la generosidad, la marca de la disponibilidad –son palabras muy bonitas, pero tienen que ser esas- la marca de “sabes decir que no, pero no debes decir que no”. Así lo entiendo y así asumo esta nueva responsabilidad, pero no es ninguna recompensa. Recompensa en todo caso sería que me dieran unos cuantos años sabáticos para la reflexión, la lectura, la oración, el poco activismo, y poder dedicar también tiempo a la parte mística que tiene nuestro carisma como Congregación.
“…quiero a mi Comunidad que es imperfecta, quiero a mi Provincia que es imperfecta”¿Por qué crees que tus hermanos han pensado en ti?
Eso sí que no lo sé. No peco de estima, ni quiero pecar de inmodestia, pero considero a otros más válidos que yo; entiendo que mis hermanos –no somos tantos y nos conocemos todos- habrán visto una serie de valores que hayan considerado válidos como perfil del hombre que pudiera ser padre provincial-servidor de nuestra Congregación en España, habrá sido por eso… desde luego, cualidades físicas –bromea- no tengo.
¿Cómo afrontas esta nueva tarea?
Primero con muchísima esperanza, a pesar de lo manida que está la palabra en nuestro ámbito. Cuando hablamos de esperanza decimos que Cristo es nuestra esperanza. Y, si Cristo es nuestra esperanza, la Iglesia tiene que ser nuestra esperanza; y, si la Iglesia es nuestra esperanza, la Congregación debe ser nuestra esperanza
Cualquiera que se haya acercado a ti puede percibirte como eficaz, diligente, servicial… Seguro que ya has hecho varias visitas canónicas con esa cabecita privilegiada que tienes… ¿qué es lo que más te preocupa de cara a los tres próximos años?
… No he hecho visitas canónicas, pero mi cabeza si ha hecho un repaso nominal de cada uno de los religiosos de la provincia ubicados en su casa, nominalmente he pensado en ellos y llego a la conclusión de que a algunos los conozco mucho, a otros poco, y a otros prácticamente el nombre y el físico. De todos ellos he hecho más análisis: cómo se encuentra, qué hace, está enfermo…, eso sí que lo he hecho.
Lo que más me preocupa es que mi manera de ser pueda chocar con algunos hermanos; que situaciones como me gustaría que hicieras…, puedan ponernos enfrentados; que alguien se sintiera no escuchado, o no atendido en sus peticiones y no fuera lo suficientemente perspicaz para darme cuenta. Junto a esto, como Provincial no estoy solo, conmigo hay un equipo en el que confío plenamente, un equipo que sale de lo que ha manifestado la Provincia. Por cierto, quiero manifestar el agradecimiento personal al anterior provincial por su dedicación intensa a la Provincia durante los últimos seis años.
¿Cómo presentarías a los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús?
Si tuviera que hacerlo de forma poética traería la cruz dehoniana, miraría el hueco del corazón y diría que los Sacerdotes del Corazón de Jesús son las personas que tiene que llenar ese hueco: llenan ese hueco porque están llenos de Dios, porque transmiten lo que creen. Algo hay que darle también a quien ha sido padre, al fundador, al P. León Dehon, y hemos de ser fieles a lo que es nuestro carisma, con su parte de esfuerzo, de trabajo, de interés.
De una manera realista, partiendo de lo que conozco, mi Congregación es la de los hombres que hacen realidad que exista un corazón, los hombres de la acogida.
¿Cómo ves a la Provincia que te toca animar y presidir a partir del próximo 6 de julio?
Una provincia muy imperfecta. Cada comunidad que tenemos es imperfecta y cada miembro que la forma es imperfecto, yo mismo soy imperfecto -…y me quiero un montón- . Pero quiero a mi Comunidad que es imperfecta, quiero a mi provincia que es imperfecta. Uno tiende a tener envidia de otras provincias u otras congregaciones que son más perfectas.
Si analizamos nuestra provincia, ¿qué retos que se le presentan?
El primero el vocacional. Lo tenemos ya muy trabajado, pero creo que tenemos que buscar nuevas fórmulas, habrá que recurrir a aquello de “imaginación al poder”. Estamos en un mal momento, la Iglesia está en un mal momento vocacional. Entiendo que esto pueda ser así, porque ¿cómo puedes pedir hoy a alguien, fundamentalmente joven, “arriesga y da un sí definitivo”, cuando esa expresión “definitiva” hoy culturalmente no se entiende si lo que hoy es novedoso mañana es viejo, es viejo en la ofimática, lo que es nuevo en la moda mañana es viejo, lo que hoy es nuevo en la idea de juego mañana es totalmente obsoleto? Todo es rápido, hasta las decisiones. Decir que algo sea indefinido, para siempre, no existe como concepto en la cultura de “lo más cómodo”. Todo lo que supone un cambio de filosofía de vida y compromiso es complicado y la vida religiosa es complicada, si bien es cierto que congregaciones con un matiz más social siguen manteniéndose. No es así el caso de otras congregaciones que nos dedicamos a ámbitos educativos, parroquiales, donde parece que todo está más establecido y parece que nos movemos en la inercia, lo hecho, la tradición. Esto va a ser un reto: “Imaginación al poder” para trabajar el aspecto vocacional con el lenguaje de ahora, conociendo los impedimentos que culturalmente se tienen.
Otro reto si queremos mantener nuestras labores pastorales, es “darle cancha” al laico. Habrá que recurrir a la imaginación para preparar a ese laico en lo que pueda hacer, integrar a los laicos porque, sobre todo, confiamos en ellos, porque comulgan con nuestro ideario.
¿Cuáles crees que pueden ser los puntos débiles?
Los mismos que percibo en la sociedad, que, quizá se puedan resumir en uno: que estamos llegando a ese individualismo que hace que nos convirtamos en seres egoístas, sin capacidad para ver más allá de nuestros ojos. El individualismo me preocupa, pues creo que conlleva silencio e incomunicación, desconfianza, desligarse de lo que hacen los demás, a no sentirse corresponsable con tus hermanos. También me preocupa la soledad sobre todo cuando va acompañada de oscurantismo. En términos académicos diría que lo que es una debilidad es el “currículo oculto de la vida religiosa”, porque lo que ponemos en nuestros proyectos de vida comunitaria, lo que reflejamos en nuestra regla de vida, nuestro directorio provincial, en nuestras normas del día a día… es claro, preciso, y se basa en el evangelio de Cristo, pero al lado de eso existe el riesgo de ese “currículo oculto”.
¿Y las fortalezas?
Nuestra Provincia tiene ganas de vivir, se considera con fuerza, es abierta, se puede hablar con todos, hay conocimiento mutuo, ganas de sacar las cosas adelante, de no echarnos para atrás en nada. Creo que la palabra “cerrar” nos asusta y preferimos no oírla -incluso parece que tenemos miedo a las cosas nuevas- pero nos gusta lo establecido y queremos conservarlo.
Otro aspecto fuerte es que, si miramos nombres y el parte de vida de los religiosos en España, es un parte de vida maduro, estamos en ese tramo en el que prima la sensatez, la madurez, la edad adulta y, a la vez, la capacidad de hacer las cosas bien.
¿Qué puede, debe, ofrecer nuestra Congregación a la Iglesia española?
Somos ese granito de arena en la Iglesia universal y ese puñadito de arena en la Iglesia española, lo que puede aportar es lo que aporta: presencia viva en el ámbito parroquial, en el educativo, tenemos los medios de comunicación y tenemos ESIC, que pudiera servirle a la Iglesia para poder abrirse a ese mundo de la Comunicación, hay que hacer marketing de esa comunicación y lo podrían encontrar en nosotros, además de la doctrina social que es el aspecto fuerte de nuestro carisma.
Sobre la educación, ¿cómo valoras el ambiente educativo en este momento, la relación a veces reñida entre alumnos y profesores?
El ambiente educativo es muy difícil porque nadie se ha parado a hacer de la Educación algo pedagógico, normalmente la educación está montada en parámetros o en estructuras económicas, políticas y sociales, que son fundamentalmente políticas. En segundo lugar, la sociedad hoy sabe de casi todo, pero principalmente de lo que sabe es de educación y es lo único que se pone en tela de juicio, y el gran profesional que es el docente, el pedagogo, es uno de los más vapuleados socialmente hablando, poco valorado, poco respetado por los alumnos porque en cualquier ámbito de medios de comunicación o de películas aparece caricaturizado, además, con cierta libertad y alevosía; en la educación tampoco hay una unión de distintas instituciones, se va por libre; la ley de educación no es la mejor, es una ley parcheada (la Logse se parchea con la Loce, que no vio la luz, y ésta con la Loe), cognitivista donde se premia mucho el “aprender a aprender”, que suena bien, pero olvida otras cosas necesarias; me parece que falta mucho de compromiso por parte de todos: de los padres, que tiende a delegar; los alumnos, que se aprovechan de la ley del mínimo esfuerzo; y los docentes porque ir al aula se ha convertido en casi un batalla a la que se enfrentan…
¿Qué puede aportar la vida religiosa? ¿por qué es necesaria su presencia en la educación?
La escuela católica es la mejor guardería que tiene la Iglesia; la escuela católica es la escuela de la generosidad, si fuera un colectivo-sector donde primara lo económico los bancos no habrían dejado que los religiosos tuvieran escuelas; la generosidad a tiempo completo, quizá no tenga los mejores profesionales, pero sí tienen una dedicación y una atención al niño, al joven y a los padres que se concreta en un ideario católico basado en el respeto y en la libertad, en el que prima el humanismo cristiano.
¿Cuál es la mejor herencia del fundador, León Dehon?
Esto me sale rápido, “Hijos, os dejo el más maravilloso de todos los tesoros, el Corazón de Jesús”. Suena a frase de carteles, pero lo que significa es que nos deja lo mejor que tiene Dios, que es su amor. Me quedo con eso y con su personalidad activa que nos dice cosas como “lean la prensa diariamente”, “salgan de las sacristías”; que tiene en cuenta el mundo obrero y toda su problemática y es capaz de llevarlo ante el Santísimo y rezarlo; que nos deja toda un declaración de intenciones en el acto de oblación diario
¿Cuál es la primera palabra que podrías ofrecer a los religiosos dehonianos?
Gracias por haber confiando en mí, una persona imperfecta. Todos son mis hermanos, quiero ser el Provincial de todos.
Completa la frase: Salgo de Venta de Baños… y le digo adiós a mi madre, formativa, educativa, dónde me he hecho como niño y como religioso, 24 años de mi vida sobre 47. Es como una madre.

El día 5 de julio de 2008 finalizó el XIIº Capítulo Provincial de la Provincia española, queda ahora todo el camino abierto para darle vida al nuevo Directorio Provincial, para hacer carne en nuestras comunidades locales, por opción propia, no como obligación, la pasión por Cristo que nos une en fraternidsd y nos provoca anunciar el Evangelio.
En la Eucaristía de clausura del dia siguiente tuvo lugar la toma de posesión del nuevo gobierno provincial, presidida por el P. Jesús Valdezate Soto, Superior Provincial y los PP. Francisco Javier Larrea, Joaquín Izurzu, Valeriano Gómez y Juan José Arnaiz.